Bolitas empanizadas de berenjena con queso parmesano.
Si me siguen en Instagram o leyeron mi post de la Focaccia de aceitunas verdes picantes, ajo y romero, sabrán que a mediados de septiembre estuve con mi chico en Italia por varios días. Concretamente visitamos Roma y Nápoles… ¡y cómo disfrutamos de la comida italiana!
Nuestra primera parada fue la ciudad eterna. Originalmente no era nuestra intención visitar Roma en ese viaje, pero una muy querida amiga de México estaría ahí con su novio unos días. Sin pensarlo dos veces, incluí Roma en el viaje para así encontrarnos con ellos ahí (porque ella nunca quiere venir a verme a Alemania).
Llegamos un sábado por la tarde y después de instalarnos en la habitación y ducharnos, nos encontramos con ellos. No nos costó trabajo ya que su alojamiento de Airbnb estaba justo enfrente de nuestra pensión. Como teníamos mucha hambre, tomamos un taxi y nos fuimos directamente al animado barrio del Trastévere. Al llegar, nos dispusimos a buscar un restaurant llamado Carlo Menta, ya que tanto ellos como nosotros habíamos oído o leído de él por su buena comida y amigables precios. ¡No nos defraudó!
Al terminar de cenar fuimos a un bar por unas copas y a planear lo que haríamos al día siguiente. Ellos estaban con ganas de ver todo (era la primera vez en Roma de mi amiga). Nosotros íbamos en plan más relajado. No es que menosprecie Roma, pero no teníamos ganas de hacer largas colas (o pagar) para entrar a todo. Al final, decidimos que ellos visitarían por la mañana el foro romano y el coliseo, y nos encontraríamos a la salida para pasear por la tarde en la ciudad.
Decidimos ir caminando al coliseo, para disfrutar de todas las curiosidades arquitectónicas que uno se encuentra por Roma. Intentamos llamar varias veces a mi amiga para saber más o menos a qué hora terminarían pero al parecer nuestras llamadas no le entraban. Sin embargo, decidimos seguir con nuestro rumbo para ver si los encontrábamos.
Cuando estábamos a tan sólo unas calles del coliseo, comenzó a llover a cántaros. No llevábamos paraguas y yo llevaba un vestido de tela muy ligera, por lo que tuvimos que buscar un refugio. A pocos metros había un pequeñísimo local en el que vendían pizzas y antipasti. No se veía ni bien ni mal, pero decidimos entrar.
Lo primero que hicimos fue pedir una pizza para compartir. ¡Y qué gran descubrimiento! Una pizza de flor de calabaza. Muy sencilla: masa, aceite de oliva, flor de calabaza y mozzarella de búfala. Era tan buena que quería llorar de la emoción (perdón, es que me encanta la flor de calabaza).
Como la lluvia no paraba y llevábamos rato ya sin pizza, decidimos pedir algo más. Yo fui la encargada de tomar esa difícil decisión, pero acerté. Unas chicas tenían unas bolitas fritas que se veían ricas, pregunté de qué eran y me dijeron que eran de berenjena. Se llamaban polpette di melanzane y pedí dos de ellas.
Recibí mis polpette di melanzane bien calientitas y un poco de salsa de tomate. Las probamos y fue amor a primer bocado. ¡Eran perfectas! El suave relleno de berenjena con queso con una cubierta crujiente… ¡era amor puro! Quedamos muy contentos y yo descaradamente pedí la receta. ¡Y aquí la tienen!
Polpette di melanzane significa albóndigas de berenjena… pero a mí me parecen más croquetas por su cubierta crujiente. Según me contó la chica que me dio la receta, son muy típicas en el verano, cuando abundan las berenjenas y se sirven generalmente como aperitivo. Aunque muchas regiones de Italia se proclaman como las inventoras de estas pequeñas delicias, se dice que son del sur, concretamente de la región de Calabria. En fin, pasemos a la receta para no perder más tiempo, ya que lo necesitarán porque la preparación no es tan rápida.
POLPETTE DI MELANZANE

Ingredientes
- 2 berenjenas (400 g cada una aproximadamente)
- 1 chorrito de aceite
- 250 g de pan molido (100 g para la masa y el resto para el empanado)
- 100 g de queso parmesano rallado
- 1 diente de ajo finamente picado
- 1 cucharada de perejil finamente picado
- Sal y pimienta al gusto
- 2 huevos
- 1 cucharada de copos avena
- Aceite para freír
Direcciones
- Precalentar el horno a 180º C.
- Lavar y secar las berenjenas. Cortarlas longitudinalmente a la mitad. Posteriormente hacerles cortes en forma de red en su interior. Colocarlas en una bandeja para el horno, salarlas y darles una pincelada de aceite. Hornearlas durante 30 minutos.
- Cuando las berenjenas estén cocidas, sacarlas del horno y dejarlas enfriar.
- Con ayuda de una cuchara, sacar toda la carne de las berenjenas, colocarla en un bol y molerla. Añadir 100 g de pan molido, el queso, el ajo, el perejil, los huevos, la sal y la pimienta. Mezclar muy bien los ingredientes hasta formar una masa. Cubrir el bol con papel film y colocarlo en el refrigerador al menos por media hora para que la masa se haga más firme.
- Mezclar el resto del pan molido con los copos de avena y un poco de sal.
- Sacar la masa del refrigerador. Tomar una cucharada de la masa y con las manos formar una bolita. Rodar la bolita sobre el pan molido y reservar. Repetir el proceso hasta que la masa se acabe.
- Calentar aceite en una olla. Freír las bolitas hasta que estén doradas.
- Servir calientes solas o acompañadas de salsa de tomate.
Cuando la lluvia paró, llegamos al coliseo y no encontramos a mi amiga. Sin más remedio, seguimos paseando sólo mi chico y yo. Al final de la tarde volvimos a la pensión, llamamos a mi amiga y por la noche los encontramos de nuevo para cenar. Esa cena no es que fuera mala pero, después de comer polpette di melanzane ese día, ya nada sabía igual.
Si les gustó la receta, sería genial que la compartieran. También los invito a que me sigan en mis redes sociales (Facebook / Instagram / Pinterest / Twitter) y se suscriban al blog para que no se pierdan nunca de lo que publico. Espero me vuelvan a visitar pronto. Gracias por leerme y hasta la próxima.
Jimena
Ayyyy que delicia buscare hermosas berenjenas para hacerlas.
Pues deberías hacerlas, porque quedan DE-LI-CIO-SAS 😀
Las berenjenas son uno de mis ingredientes favoritos. Me gustan de todas las maneras, así que así me pueden encantar.
Gracias por compartir la receta.
Un besito
¡Me encantan! Yo también las tengo en el blog. Pero las tuyas han quedado ESPECTACULARES!!! ¡Vaya pinta! Y las fotografías como siempre, de 10.