Mejillones al vapor con papas fritas.
Es probable que mucha gente no considere Bélgica como un destino gastronómico. O al menos por unos instantes. Luego vienen a la mente flashazos de chocolate y cerveza que son seguidos de waffles y papas “a la francesa” (que en realidad serían “a la belga”). Y después, los amates de los mariscos caerán en la cuenta que los famosos moules frites (mejillones al vapor acompañados de papas fritas) son una de las comidas más representativas de Bélgica. ¡Escribir todo esto me da ganas de comprar un vuelo a Bélgica ahora mismo!
Así como se discute el origen de las papas a la francesa, el origen de los moules frites es motivo de disputa. Es verdad que los moules frites son populares tanto en Bélgica como en Francia. Incluso se consiguen en muchísimos restaurantes en otros países Europeos. Pero hay varios datos que apuntan a que es un platillo verdaderamente belga. Los campesinos belgas fueron los primeros en adoptar las papas cuando llegaron a Europa desde América en el siglo XVI. De hecho, muchos de ellos pronto pasaron a cultivar papas en lugar de trigo, porque eran una comida ideal para el invierno, especialmente fritas. Los mejillones eran considerados comida para pobres, por lo que su consumo en Bélgica era muy habitual.
Los moules frites se sirven en prácticamente todo restaurant tradicional belga, en grandes porciones de un kilo y medio de mejillones. Los mejillones llegan a la mesa en la olla en la que se cocieron y las papas vienen en un plato separado para que no absorban la humedad del caldo de los mejillones. Adicionalmente, se pone un plato para colocar las conchas de los mejillones que se van comiendo. Para dar un toque especial a las papas, se proporciona mayonesa casera.
En los restaurantes de Bélgica, se puede encontrar gran variedad de mejillones al vapor: con crema, con cerveza, con tomate o con especias exóticas. Sin embargo, los más tradicionales son también los más sencillos: los que se cuecen con chalotes, vino blanco y hierbas.
Mis moules frites
Los mejillones son muy fáciles de preparar y están listos en muy poco tiempo, así que es fácil consentir a alguien con ellos. Las papas fritas son mucho más complejas. Para lograr que sean crujientes por fuera pro suaves por dentro, necesitan ser fritas dos veces, teniendo un periodo de enfriamiento entre cada fritura. Y debo confesar que, las que usé para estos moules frites fueron compradas. Quizás deba ir a Bélgica a aprender a hacer papas fritas como se debe. Por lo pronto, pasemos a la sencilla receta de los mejillones.
MOULES FRITES

Ingredientes
- 2 kg de mejillones
- Aceite de oliva
- 1 chalote finamente picado
- 1 cebolla finamente picada
- 2 dientes de ajo finamente picados
- 2 ramitas de tomillo
- Perejil finamente picado (al gusto)
- 1 1/2 taza de vino blanco seco
- Sal y pimienta al gusto
- Papas fritas (600-800 g aproximadamente)
- Mayonesa para acompañar las papas fritas
Direcciones
- Enjuagar muy bien los mejillones, retirarles las barbas o descartar los que estén rotos o abiertos.
- En una olla, calentar a fuego medio un poco de aceite de oliva. Sofreír el chalote, la cebolla y el ajo durante cinco minutos.
- Agregas los mejillones, las hierbas y cubrir los mejillones con vino blanco. Dejar que hierva y tapar la olla. Cocinar los mejillones durante 5 minutos aproximadamente o hasta que la mayoría haya abierto. Descartar los que estén cerrados.
- Servir los mejillones directamente en la olla. En otro plato colocar las papas fritas y traer un plato extra a la mesa para las conchas de los mejillones.
¡Me despido! Pronto descubriremos un platillo de Belice para seguir el recorrido gastronómico de países de la A a la Z. Si no se la quieren perder, síganme en mis redes sociales (Facebook / Instagram / Pinterest / Twitter) o suscríbanse al blog. ¡Muchas gracias por leerme y hasta pronto!
Jimena